Hola, me llamo Montse y tengo 35 años. Estoy aquí para explicaros mi experiencia de libertad y crecimiento personal que he vivido y estoy viviendo en la Terapia individual, en las constelaciones y en la Meditación 3Q.
Desde muy niña de forma consciente o inconsciente sentía que vivía encerrada en mí, por lo que crecí con un gran sentimiento de soledad y un con muchísimo desprecio hacia mí misma. Un buen día en noviembre del 2011, toqué fondo y decidí acabar de una vez por todas con esos miedos que toda mi vida me habían ahogado y que no me dejaban ser feliz. Mi vida era un desastre y siempre estaba nerviosa, a la defensiva y completamente llena de rabia y rencor. Entonces decidí ir al psicólogo.
Comencé como paciente de terapia individual. Fue toda una bendición para mi haber dado el paso y confiar en que con la ayuda de una buena terapeuta, que me guiase y me escuchase y confiase en mí y no me impusiese ninguna obligación, ni deber, ni presión; llegaría a ser feliz. La terapia individual, junto con mi constancia y mi ganas de querer acabar con mis miedos me ayudaron a ver la vida con ilusión, a verme hermosa, a quererme, a ser generosa, amorosa…….Una de las cosas que más agradezco a la terapia individual es haberme enseñado a amar a mis padres con todas y cada una de sus limitaciones, pues gracias a esto, ahora no discuto con ellos y he logrado que ellos también me respeten a mi y me aceptan tal y como soy.
Respecto a mi experiencia con las constelaciones, llegó un momento que sentí que necesitaba más, que la terapia individual no era suficiente y allí estaba mi querida terapeuta para decirme: “Montse ven a constelar”. Las constelaciones son un método muy eficaz para solucionar un miedo, una inseguridad, una incapacidad, para buscar la respuesta a un “problema” Uno de mis mayores miedos era estar sola, sin un hombre que me amase, y me preguntaba una y otra vez: “¿Por qué tengo tanta mala suerte en el amor? ¿Por qué siempre hombres agresivos? ¿Por qué siempre mantengo relaciones con hombres a los que no amo?………”
Las constelaciones me ayudaron a ver que yo era una mujer muy absorbente, que no me amaba a mi misma y que tenía terror a los hombres. Una experiencia muy curiosa fue que un día hice de representante en una constelación de una chica que su abuelo había abusado sexualmente de ella y ese día comencé a recordar que yo también había sido abusada por mi abuelo en edad muy temprana. Podéis pensar: “terrorífico, no vale la pena recordar eso”. Pues sí, vale la pena, gracias a esa constelación yo ahora, en este momento de mi vida comienzo a amarme a mi misma, gracias a comprender porqué no podía acercarme al hombre y no podía confiar en él. Ahora estoy acercándome a mi misma e indirectamente también me estoy acercando a él y al amor de pareja, por tanto, las constelaciones fueron una bendición hasta tal extremo que ahora me hago el amor a mi misma y siento que me amo y me gusta acariciarme………. Y hacerme el amor a mi misma me permite ver al hombre como un igual y no como un objeto para darme placer porque no yo puedo dármelo. Y darme placer sexual a mi me convierte en un SER LIBRE! Porque ya no dependo de que un hombre me vea para sentirme bella.
Una alternativa más a mi crecimiento personal fue ir un taller de Meditación 3Q. Estaba pasando un momento horrible, porque sentía que no podía parar de pensar y estaba nerviosa, irritada…..Nuevamente le pregunté a mi psicóloga que podía hacer y ella me recomendó ir al taller de Meditación 3Q. Nunca pensé que conectar con mi propia respiración pudiese darme la respuesta a por que me sentía tan sola. En una de las sesiones nos pidieron hacer en ejercicio que trataba de recibir los seres queridos y abrazarlos. Yo no veía a nadie y me sentí muy muy muy sola y comencé a llorar y a llorar y a llorar………Ese día comprendí que yo estaba sola porque yo quería estar sola, que era mi miedo a relacionarme con el adulto el que me mantenía encerrada en mi misma y por tanto sola. Nada tenía que ver con los amigos que no encontraba o con los amantes o mis padres que no me comprendían; todo tenía que ver conmigo y con mi miedo relacionarme con el adulto. ¿Os lo podéis creer? Respirar conscientemente abrió la caja de pandora. Y resulta que gracias a la meditación 3Q un día me miré al espejo de mi casa y me dije: “Ostia, esta soy yo. Me veo. Estoy aquí” Y al saber quién era yo pude comenzar a abrirme y a relacionarme con el adulto. Esta terapia es muy efectiva y práctica. Ahora cuando tengo miedo, respiro y vuelvo a estar en mí y me relajo….Y mi actitud ante la vida ya es otra, porque gracias a la respiración consciente estoy más concentrada en aquello que hago y os juro que me ayuda a sentirme. Cualquier pequeñito dolor en mi cuerpo lo siento enseguida. También me ayuda a dormir y a estar presente entre adultos desconocidos y sentirme segura de mí misma, a no enfadarme, a ver al otro…
Para finalizar me gustaría deciros que estoy a un paso de ser libre, porque ser feliz ya lo soy. Esta es al mejor inversión de tiempo y económica que hice y estoy haciendo por mi. El sentirme feliz me evita estar enferma físicamente y el sentirte feliz está atrayendo a mi vida seres felices y pacíficos. No os engañaré, encontrarse con uno mismo es un proceso arduo, pero os juro que todas las lágrimas que derramé durante el proceso hoy son tranquilidad, paz y amor.
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